Descripción
El imaginario social construido desde la década de los ochenta está plagado de perversiones ideológicas: desde el pensamiento único, que aboga por la imposibilidad de cuestionar el capitalismo, hasta el inevitable choque civilizatorio entre Oriente y Occidente, que mantiene que los musulmanes del mundo se unirían para destruir la civilización judeocristiana. Si bien es cierto que no se ha dejado de pensar al margen del capitalismo, también lo es que los musulmanes se matan entre sí por miles en Iraq, Afganistán, Siria, Yemen, Libia, Egipto…



