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Descripción
Al principio no vi nada mis ojos, acostumbrados a la oscuridad, se deslumbraron y se cerraron bruscamente. Cuando pude abrirlos, me quedé más que maravillado, alucinado. Un inmenso manto de agua, que podía ser el comienzo de un lago o de un océano, se extendía más allá de lo que alcanzaba la vista.
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