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Descripción
Hay amores que se cantan, otros que se susurran, otros que se esconden..., pero también hay amores que hay que gritar muy alto para que el mundo los oiga. Hay amores que se cantan, otros que se susurran, otros que se esconden..., pero también hay amores que hay que gritar muy alto para que el mundo los oiga. «Me di cuenta de lo bien que se acoplaban nuestras manos aquella vez que me dejaste tocarte. Vi que te sentías sola, muy, muy sola. Me pareció lo más absurdo del mundo..., porque hay alguien que está deseando pasar el tiempo contigo. Todos y cada uno de los días de su vida.» En casa, Jordyn siempre ha sido la hermana paciente y comprensiva, haciéndose a un lado mientras el tiempo de sus padres se consume en «Me di cuenta de lo bien que se acoplaban nuestras manos aquella vez que me dejaste tocarte. Vi que te sentías sola, muy, muy sola. Me pareció lo más absurdo del mundo..., porque hay alguien que está deseando pasar el tiempo contigo.
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