1 / 1
Descripción
Una característica de los gobiernos del PRI hasta López Portillo fue su capacidad de reinventar su discurso para cobijar los proyectos económicos y políticos más dispares. Había que salvaguardar la vigencia de la Revolución Mexicana porque era la marca patentada del PRI. Hoy que el PRI carece de un discurso que interpele a los Millennials escépticos y recelosos, José Manuel Cuéllar nos habla de aquel cuya pluma estuvo al servicio del partido oficial: Emilio Uranga, el hábil artífice de la retórica de la Revolución Mexicana. Una retórica que ha sido sepultada por sus propios inventores.
Compra segura
Formas de Pago